LETRAS DE AMOR...

 

Historia sin fin pero con un hermoso principio


 

Mis manos iban perdiendo fuerza, en el precipicio no me parecía un mal final para mi persona. Siempre me gusto el olor de la tierra mojada.

Mis ojos ya no deseaban ver, sabia que el mundo era bello para mi vista se iba apagando.

Mi corazón estaba vivo pero se negaba a seguir latiendo, solo quería dejar de sufrir.

Mi boca había perdido la sonrisa y las ganas de besar, también los deseos de hablar salvo para disimular.

Mi cuerpo se había convertido en una fortaleza impenetrable. Se había convertido en piedra.

Mi piel otrora otrora suave y brillante se iba opacando, me negaba a que unas manos con caricias le devolviera su brillo.

Mis brazos no querían moverse, no deseaban alcanzar nada.

La soledad había dejado sus huellas, la decepción y el olvido de la gente amada el resto.

El tiempo fue pasando y cuando creì que todo debía terminar apareció una mano que sostuvo la mía.

Unos ojos tan bellos que obligó a los míos a abrirlos para poder mirarlos.

Mi corazón se encontró en el suyo y se unieron y asì dejó de sangrar.

Mi boca perdió importancia ante la dulzura de sus besos, que me devolvieron la sonrisa.

La fortaleza en que se había convertido mi cuerpo cedió sus defensas para sentir el suyo.

Con sus caricias mi piel comenzó a cambiar, a volver a sentir y a brillar.

Sus brazos me envolvieron y los míos, sin darme cuenta, estaban abrazándolo.

La soledad fue desapareciendo a cambio el me dio ilusión y esperanza.

Era un hombre fuerte, tierno y comprensivo que impidió que dejara este mundo y me enseño a vivir .

Me enseño a volver a amar y a no cansarme de mirarlo a los ojos.

No se como llego, ni como se fue, pero siempre serás el guerrero que con su espada salvo mi vida y la lleno de amor...


 

Saya Maabar

 

 

TE ESPERO

 

He soñado y he luchado

por ser algún día tu guía...

El viento tormentoso del olvido,

te arrancó de mis brazos.

El perfume de tu piel

se fue diluyendo con mis lágrimas.

He soñado y he luchado

por ser alguien en tu vida...

Las falsas promesas empañaron

el cristalino de tus ojos.

Igual, tu presencia se esfumó entre

mi cúmulo de recuerdos.

¡Que daría! Para poder verte de nuevo.

¡Que no haría! Para hacer cesar

las palabras vanas y la distancias

que te separa de mí...

¡He luchado y he soñado!

Ahora, solo espero el éxito de mi lucha y

que se cumpla mi sueño.

Querido mio: ¿estás muy lejos?

Saya Maabar

 

ALGUNA COSITA?

 

Como el transcurso del tiempo, como un rayo de luz vuelven a mi mente ciertas palabras, o mejor dicho algunas frases. Que etimològicamente no tienen un gran significado e incluso el Diccionario de la Real Academia Española, tal vez, las vetaría por incorrectas.

Sin embargo las palabras fuera del contexto en que se pronuncian nunca tienen sentido.

Ese sentido se lo dan quienes las dicen, como y cuando.

Ahora que no estás, que no te puedo preguntar, viene a mi mente la frase o la pregunta que con infinita dulzura, para demostrarme su amor, me decía mi abuelita. Con su voz alegre y exaltada: ¿Quieres alguna cosita?

Saya Maabar

 

ME HACES FALTA...

Cuando cerraste tus ojos ¡Amado mío! Yo deje de ver.

Al no volver a mover tus labios, perdí el oído. Los sonidos desaparecieron.

Cuando dejaste de sonreír el día se nublo.

Tu ausencia duele tanto que no hay nada que lo calme.

Me falta la tibieza de tu piel en mi almohada.

El mate tibio que dejabas al irte de madrugada.

Añoro tus dulces palabras de amor.

Extraño tus llamadas telefónicas y tus mensajes,

solo para decirme que me amabas.

Amor mío! ¡porqué te marchaste?

Me cubro con tu recuerdo y me entibio con ellos.

El silencio me abruma y parece que escuchara el sonido de tu voz.

Sonrìeme amor, necesito volver a ver el sol...

Saya Maabar

 

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