COMO LA MAREA


¡Oh! Tumultuoso mar,
que  golpeas a los riscos,
¡dame tu fuerza y el poder
para sostener la espada!
¡Permíteme ser como el ave
que acaricia con sus alas
la espuma de tus aguas,
¡Dadme la libertad!
Como continuo es tu vaivén
así permite no retirarme nunca,
ser igual a ti, en tu firmeza,
Que desgasta por igual y va puliendo.
¡Oh! Tumultuoso mar
¡Dadme tu hermosura!
permíteme ser grande como tú,
para bañar todas las costas y
retirarme pacífica luego,
cuando así deba; como la marea…
                               Saya   Maabar
 

NUNCA ¡ JAMAS!

 

Podrán ahogar mi voz,

Podrán atar mis manos y mis piernas,

Podrán poner obstáculos enormes en mi camino…

Podrán cortarme hasta desangrarme,

Podrán poner todo lo posible e imposible para impedirme el paso…

Pero yo seguiré adelante…

Yo continuaré gritando, yo seguiré peleando.

Con mi bandera en la mano y la espada en la otra, me verán luchando.

Nunca podrán lograr que calle la verdad, ni que deje de gritarle a la

injusticia.

Jamás podrán impedirme lograr mis objetivos.

Si no pudiese hablar: pensaré

Si no pudiere avanzar: indicaré el camino

Si no pudiera sostenerme en mis piernas: me arrastraría

Y si aún así, se me fuera la vida…

Mi bandera y mi espada hablarán por mí…

Por amor y por honor, nunca ¡Jamás! Desandaré mis pasos.

Sin rumbo ni brújula, me guiará la Cruz del Sur.

Pueden seguir intentándolo,

Pero desde ya les digo: nunca ¡Jamás!

Saya Maabar

 

 

COMO LA MAREA

¡Oh! Tumultuoso mar,

que golpeas a los riscos,

¡dame tu fuerza y el poder

para sostener la espada!

¡Permíteme ser como el ave

que acaricia con sus alas

la espuma de tus aguas,

¡Dadme la libertad!

Como continuo es tu vaivén

así permite no retirarme nunca,

ser igual a ti, en tu firmeza,

Que desgasta por igual y va puliendo.

¡Oh! Tumultuoso mar

¡Dadme tu hermosura!

permíteme ser grande como tú,

para bañar todas las costas y

retirarme pacífica luego,

cuando así deba; como la marea…

Saya Maabar

 

 

 

LA DIOSA PAGANA

La Diosa pagana está

Entre los riscos del mar…

Deja que la brisa marina

Lastime su rostro de tanto golpear…

Su ropa se moja,

Su chalina cae al mar…

¡Oh Diosa pagana!

¿ A quién esperas ver llegar?

¿Al velero cuya cresta

se comienza a divisar?

¿Al muchacho que te mira, desde lejos

Cómo queriéndote hablar?

¿A la luz del sol

que tanto se hace esperar?

Tu cabeza se inclina,

Brillan tus labios,

Tus ojos profundos

Ocultan misterios del mar…

¡Oh Diosa Pagana!

¿Qué esperas?

¿A quien quieres ver llegar?

¡Ah!…Ahí viene,

no te defraudó…es tu soledad.

Saya Maabar

 

 

ELLA

Era mitad diosa, mitad demonio.

Su luz se esparcía compitiendo con la tenue luz del amanecer,

La opacaba y a la vez se confundía con y en ella.

Mezcla de mujer y de pantera,

Mientras sus ojos asustaban,

Su alma luchaba entre un enorme amor y un interminable llanto de sangre y de

pena.

Su boca expresaba con dureza las palabras

Sus silencios pedían con ternura protección.

Andaba y desandaba los caminos

En una búsqueda aparentemente sin razón.

Su cuerpo era fuerte

Sus movimientos lentos pero

Su desesperación y angustia la debilitaban

Era amada por todos los hombres

Pero ella no podía amar.

Vagaba como entre nubes

Buscando donde descansar su pesar.

Era joven y por dentro vieja.

Era mujer y a la vez niña.

Las olas tumultuosas de la vida la golpearon, y

Ella, con sumisa indiferencia,

Solo, resistió…

Saya Maabar








El final del camino…

Los momentos en el tiempo son tan difusos que cuesta darse cuenta que han
transcurrido.
Así, cuando dejaste de mirar en mis ojos y buscar en ellos las respuestas a tus
preguntas. Cuando ya dejaron de llamarte la atención mis silencios y así,
comencé a viajar lejos y cada vez más lejos sin que te dieras cuenta.
Así, cuando cambiaste mi presencia por largos períodos de ausencias, pensando lo
que era mejor para mí, sin pensar que era lo que yo deseaba.
Cuando dejó de importarte lo que necesitaba y te convenciste de que me lo dabas
todo.
Cuando dejaste de aprovechar los momentos libres nuestros para hacer el amor y
los cambiaste por una película o por contarme sobre tu trabajo.
Cuando los minutos se convirtieron en horas, pero de silencios y en la amarga
espera de una palabra de compresión.
Cuando las palabras “te amo” se convirtieron en el único sostén de mis
ilusiones. Entonces, sin darnos cuenta, llegamos a una encrucijada del camino y
mientras yo esperaba que me dijeras ¡no sigas! o ¡vayamos por allí! , me
enviaste a elegir el camino y me impulsaste a continuar.
¿Sabes?, te sigo amando, pero sin darme cuenta, llegué al final del camino. Y,
vos, no estabas allí…

Saya Maabar

LUZ DIVINA

Amé como nunca y me convertí en estallido
Mi cuerpo se pulverizó en miles de fragmentos
Miles de estrellas brillaron de pronto…
Yo que tanto amé a mi cuerpo, me olvidé de él y
Retocé, sin él sobre la tenue y cálida luz que de mi brotaba.
Nunca sentí tanto,
Jamás tuve tanta paz,
De pronto en mi luz otra luz, rojo brillante,
Surgió en el centro de mi anterior cuerpo.
Entonces comprendí, que mientras brotaba
De esa luz una rosa,
Me diluía en ella.
¡Oh Dios!, no permitas que vuelva ¡grité!
Y una voz dulce, que salía de mí misma, dijo suavemente:
¡Si nunca te fuiste!
Tú estás en mí y yo,
Siempre estuve en ti…

Saya Maabar


DE SUENOS HE VIVIDO

De sueños he vivido
Y he viviendo muriendo.
No quiero seguir soñando
Quiero vivir de nuevo….


¿Qué es lo que yo pensé?
Aquel día que te vi.
Pues, ¡vete corriendo de aquí!
Está mirándote a ti…
¿Y que pasa si te habla o te sonríe?
Hazte a un lado en cuanto puedas
Aunque ya a tu lado lo tienes.
Más vale, te des la vuelta y
Sigas andando la vida.
Y haciéndolo me enfrenté a
Aquello que ya temía…
Un saludo, un beso
Y comenzó el temblor…
Las palabras se caían de mi boca
Embelezada a su mirada me prendía
¿Y cuando puedo escapar?
Era la pregunta retenida…
¿Y como olvidar?
Esa piel tan encendida
¿Y que es lo que le diré?
¿Si se da vuelta y me habla?
Pues, las ideas se han ido
Y en silencio lo han seguido.
¿Y si no volviera a verle?
¿Ni a pensar más en ese día?
Pues verías que es inútil,
Olvidar a la vida.
¿Y si aceptas lo que sientes?
Y ¿dejas de correr un día?
Temo quedar esperando
Que vuelva a llegar el día…
¿Y no es eso a lo que temes?
¿Dejarte amar, amiga?
¡No! A que me deje de amar
Le temo…
Entonces, toma su mano
Y no la sueltes,
Las puertas de la vida,
Son muchas todavía…
Abrí la primer puerta
Y era verdad lo que decía.
Y al abrirla descubrí
Que había vuelto a ese día…
Saya Maabar

 

¡Como quisiera!

 


¡Como quisiera!


Que no se fijaran en mi sonrisa franca, 


Que no se prendaran de mis ojos brillantes, 


Que no se admiraran de mi piel de satín.


Que no saludaran, saludando a la profesional de éxito…


Que no me cedieran el lugar esperando algún favor a cambio…




¡Ay! Como quisiera…


Que no me dieran la mano con tanto respeto,


Que no se callaran por miedo.


Que no se sonrieran por adulación.




¡Ay! Como quisiera…


Tan solo, que lo hicieran: porque estoy llorando.



                                            SAYA MAABAR

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